Ya en las próximas horas, los actos previstos en el Vaticano y en Piazza di Spagna, en los que participará el Papa Francisco, permitirán probar el dispositivo de seguridad previsto para los acontecimientos del Año Santo.
La cuenta atrás, destinada a expirar en Nochebuena, cuando se levantará el telón, está a punto de comenzar y el 8 de diciembre representa un adelanto. Los controles afectarán a las zonas con mayor vocación turística y religiosa, tanto en la zona del llamado Tridente, en el centro histórico de la ciudad, a lo largo de todas las vías adyacentes a Piazza di Spagna, Via Del Corso y en la zona de la plaza San Pedro.
La atención se centrará sobre todo en la prevención de robos y hurtos contra los turistas, como ya está previsto en el plan de seguridad para el año jubilar, contenido en una ordenanza de servicio del Comisario de Policía de Roma, siguiendo las disposiciones de la Prefectura Capitolina.
Se trata de un documento de aproximadamente 150 páginas que regula la planificación de los servicios que afectarán a la Capital durante todo el período jubilar, para el que hasta el momento están previstos 62 macro eventos relevantes desde el punto de vista del orden público en la capital.
"Acogida, cortesía y rigor" serán las palabras claves desde las que se moverá la máquina de control. Toda el área urbana está bajo la lente, en etapas concéntricas, desde las zonas más periféricas hasta el corazón de la ciudad. Se parte de los principales centros logísticos, incluidos los aeropuertos y el puerto de Civitavecchia, para luego seguir los itinerarios por carretera y ferrocarril útiles para llegar a la ciudad. Los acontecimientos más importantes, como los de las próximas horas, serán blindados.
Están previstas tareas de remediación, desactivación de bombas y controles con detectores de metales en la plaza.
Además, se desplegarán dispositivos anti-drones suministrados a las fuerzas armadas y se estrenarán innovaciones estructurales como los bolardos Pilomat, pilones retráctiles anti-kamikaze que actualmente se están instalando en puntos estratégicos de la zona cercana a la Plaza de San Pedro.
Una valiosa contribución también provendrá de los ojos electrónicos que permitirán al Centro de Gestión de la Seguridad activo en la Sala de Operaciones de la Jefatura de Policía garantizar la coordinación de las fuerzas policiales y de todos los cuerpos implicados.
Además, se han activado canales de colaboración con la comunidad internacional para el intercambio de información. A la espera de la apertura de la Puerta Santa, el 24 de diciembre en San Pedro, ya se ha realizado un gigantesco ejercicio organizado y coordinado por el prefecto de Roma, Lamberto Giannini. Por la noche se simuló un incendio a bordo de un tren con varios heridos en la estación Ostiense, para probar la respuesta de todos los implicados.
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