Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, y los miembros del equipo involucrados entregaron personalmente un vehículo único hecho a mano basado en el nuevo Clase G eléctrico al Papa Francisco en el Vaticano.
Esto significa que el Papa viajará sin emisiones en un nuevo Mercedes-Benz a tiempo para el Jubileo de 2025, un acontecimiento que solo tiene lugar cada 25 años y para el que se esperan millones de peregrinos en Roma.
El vehículo cumple los requisitos más exigentes y se ha desarrollado en estrecha colaboración con el Vaticano específicamente para su uso por el Papa.
Su propulsión eléctrica, adaptada a las velocidades especialmente bajas requeridas para las apariciones públicas, contribuye a la realización de la encíclica "Laudato Si", en la que Francisco aboga por la necesidad de un desarrollo sostenible.
Con motivo de la entrega, Ola Källenius dio las gracias al Papa Francisco y a todos los participantes, haciendo hincapié en la estrategia empresarial sostenible de Mercedes-Benz.
"Con el nuevo Papamóvil, el Papa Francisco es el primer pontífice que viaja en un Mercedes-Benz totalmente eléctrico durante sus apariciones públicas. Es un gran honor para nuestra empresa y quiero agradecer a Su Santidad su confianza", dijo el CEO de la automotriz alemana.
"Con este Papamóvil lanzamos también un claro llamamiento a la movilidad eléctrica y a la descarbonización. Mercedes-Benz no solo es sinónimo de exclusividad e individualidad, sino también del compromiso de conseguir una flota de coches nuevos neutra en carbono para 2039", agregó Källenius.
Acompañaron a Ola Källenius a la cita frente a la Basílica de San Pedro Britta Seeger, miembro del Consejo de Dirección, responsable de Ventas y Marketing, y Marc Langenbrinck, CEO de Mercedes-Benz Italia.
Pero el Pontífice también se reunió con quienes desarrollaron y construyeron su nuevo vehículo.
Por ello, también fueron invitados al acto empleados de los departamentos de Investigación y Desarrollo, Fabricación y Ventas y Marketing, que pudieron entregar "su" vehículo en nombre de muchos otros colegas implicados. A la entrega siguió una audiencia privada con el Papa.
Un equipo de especialistas de Graz (Austria), Sindelfingen (Alemania) y Roma trabajó conjuntamente durante cerca de un año.
El proyecto fue gestionado por el equipo de Roma, mientras que la transmisión eléctrica fue adaptada por el equipo de Graz.
Los expertos de Sindelfingen fabricaron la carrocería, el interior y el equipamiento a medida utilizando técnicas artesanales tradicionales.
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