Los representantes de todas las religiones están llamados a ser "constructores de la paz", afirmó hoy el papa Francisco, en ocasión del evento con motivo del centenario de la primera Conferencia "Todas las Religiones", promovida por el Sree Narayana Dharma Sanghom Trust.
De hecho, el Papa celebró la figura de su primer organizador, Sree Narayana Guru.
"Todas las religiones enseñan la verdad fundamental de que, como hijos del único Dios, debemos amarnos y honrarnos unos a otros, respetar la diversidad y las diferencias en un espíritu de hermandad e inclusión, cuidar unos de otros, así como de la tierra, nuestra casa común", destacó.
"El incumplimiento de las nobles enseñanzas de las religiones -subrayó el papa Francisco- es una de las causas de la situación difícil en la que se encuentra hoy el mundo".
"Nuestros contemporáneos redescubrirán el valor de las elevadas enseñanzas de las tradiciones religiosas sólo si todos nos esforzamos por vivirlas y cultivar relaciones fraternales y amistosas con todos, con el único objetivo de fortalecer la unidad en la diversidad, garantizar la coexistencia armoniosa entre las diferencias y ser fuerzas de paz, a pesar de las dificultades y desafíos que nos vemos obligados a afrontar", prosiguió.
El Papa espera que todos los representantes de sus respectivas tradiciones religiosas puedan "cooperar siempre con todas las personas de buena voluntad para promover una cultura de respeto, dignidad, compasión, reconciliación y solidaridad fraterna. De esa manera, podemos contribuir a derrotar la cultura del individualismo, exclusión, indiferencia y violencia que desgraciadamente se está extendiendo".
Promover el respeto mutuo es aún más importante para "nuestro mundo de hoy, donde somos testigos de casos crecientes de intolerancia y odio entre los pueblos y las naciones.
Lamentablemente, las manifestaciones de discriminación y exclusión, las tensiones y la violencia basadas en diferencias de origen étnico o social, raza, color, idioma y religión son una experiencia cotidiana para muchas personas y comunidades, especialmente entre los pobres, los indefensos y los que no tienen voz", completó el Papa.
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