Las tropas norcoreanas desplegadas en la región de Kursk entraron en acción, participando masivamente en los ataques llevados a cabo por los rusos para vencer a los ucranianos. La indicación, que vino directamente de Volodimir Zelensky, es otra mala noticia para Kiev, que sufre los avances del enemigo en todos los frentes. La situación en el epicentro del conflicto, en el sudeste de Ucrania, a lo largo del eje estratégico de Pokrovsk, es emblemática. En el área la situación es tan crítica que las cúpulas decidieron despedir al comandante que supervisaba las operaciones en todo Donetsk.
Zelensky, en su habitual discurso nocturno a la nación, informó que tenía "datos preliminares de que los rusos comenzaron a utilizar soldados norcoreanos en ataques de unidades combinadas, y en cantidades significativas" en la región fronteriza rusa invadida por los ucranianos en agosto pasado. Kim Jong-un envió alrededor de diez mil soldados de Pyongyang a Rusia después de la firma de un pacto de defensa con Vladimir Putin. Su utilización en el terreno garantizaría a los rusos fuerzas frescas para completar la reconquista de la provincia, que avanza con buenos resultados: los ucranianos todavía tendrían el control de 800 kilómetros cuadrados, pero son mucho menos que los 1.400 de principios de la incursión.
Según Zelensky, los norcoreanos actualmente sólo están combatiendo en Kursk, pero "podrían ser utilizados en otras partes de la línea del frente". Y las preocupaciones de los ucranianos se concentran en Donetsk. "Los rusos, en superioridad numérica, están lanzando todas las fuerzas disponibles hacia adelante, tratando de romper nuestras defensas", dijo el jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksandr Syrsky, mientras visitaba un centro de mando cerca de Pokrovsk. Un centro neurálgico de operaciones, cerca de tres autopistas que conducen a la región de Dniéper. En esta zona los ucranianos no han conseguido hasta el momento detener el avance ruso y, por este motivo, Kiev decidió cambiar al comandante de las operaciones, Oleksandr Lutsenko, reemplazándolo por el general Oleksandr Tarnavskyi.
El nudo para Kiev es siempre la misma. Al no poder contar con un ejército comparable en tamaño al ruso, confían las esperanzas a las armas suministradas por los aliados. "Más Patriot, más sistemas antiaéreos, más misiles", es la nueva petición de Zelensky, que estará el miércoles en Bruselas para una cumbre de los líderes del formato Weimar plus (Francia, Alemania, Polonia, Reino Unido e Italia), convocada en vísperas del Consejo Europeo bajo la coordinación del secretario de la OTAN, Mark Rutte.
Mientras tanto, la cuestión ucraniana también llegó al mundo del fútbol. El caso surgió durante los sorteos del próximo Mundial de 2026, cuando la FIFA mostró un mapa de Ucrania, sin Crimea. Kiev protestó de inmediato. "Al rediseñar las fronteras internacionales, no sólo han actuado contra el derecho internacional, sino que también han apoyado la propaganda rusa, los crímenes de guerra y el crimen de agresión contra Ucrania", subrayó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Heorhii Tykhyi, y añadió: "Hemos arreglado el mapa para ustedes y esperamos una disculpa pública".
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