"La confrontación prevé también algunas propuestas que deben ser asumidas por el mundo productivo, por el mundo agrícola, que tengan en cuenta el objetivo que también recordó Von der Leyen de soberanía alimentaria", subrayó el ministro italiano, Según Lollobrigida, "el acuerdo con el Mercosur, como todos los tratados, tiene pros y contras: los contras deben ser equilibrados por una acción fuerte de Europa para tener garantías".
Para garantizar la soberanía alimentaria, hay que garantizar la producción agrícola y garantizar los recursos suficientes para que haya ingresos para los agricultores de la UE, explicó el ministro, quien recordó que la Política Agrícola Común (PAC) "originalmente tenía este objetivo".
"Creemos que hay que volver a ello, en un contexto en el que también encaja el acuerdo UE-Mercosur", señaló Lollobrigida.
"El acuerdo con el Mercosur tuvo un período de gestación muy largo. Si no hubiera sido un tratado con pros y contras, no habría tardado más de 20 años en definir sus connotaciones", añadió el ministro, "por lo que aún quedan cuestiones abiertas".
Sin embargo, no es tanto el tratado en sí lo que hay que evaluar, sino "el contexto en el que se inserta: un contexto en el que el mundo agrícola ha visto a menudo cómo se le exigían, si le iba bien, muchos sacrificios en beneficio de otros sectores de la economía europea. Y si le iba mal, perdía frente a los competidores de Asia o de otras zonas del planeta", recordó.
"Hoy, la UE debe abrir una reflexión, cambiar el paso y tener en cuenta este contexto y poner al mundo agrícola en situación de estar tranquilo, de tener una perspectiva ante sí", concluyó Lollobrigida.
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