Saludan el acuerdo alcanzado con Hamás y profetizan un futuro desafortunado para Israel.
El líder supremo Ali Jamenei dijo en Teherán que "la paciencia del pueblo y la firmeza de la Resistencia Palestina y del Frente de Resistencia han obligado al régimen sionista a retroceder".
Para la máxima autoridad religiosa de la República Islámica, el acuerdo es una "victoria" para los palestinos y una "derrota" para Israel.
Un énfasis retórico que no perdona ni siquiera a la Jihad Islámica Palestina, que calificó el acuerdo de "honorable".
"Nuestro pueblo y su resistencia han impuesto un acuerdo honorable para detener la agresión israelí", afirmó el grupo, la segunda organización islamista después de Hamás en el enclave palestino, que anunció que permanecerá "vigilante para garantizar la plena aplicación de este acuerdo".
Entre los demás actores regionales de esta galaxia, un lugar no secundario lo ocupan los rebeldes hutíes de Yemen, fieles aliados de Irán, movilizados en masa en su campaña de enfrentamiento contra su enemigo histórico, Israel, y las potencias occidentales, con Estados Unidos y Reino Unido a la cabeza.
"Israel ha fracasado en Gaza", se regocijó el líder.
En tanto, el portavoz Mohammed Abdul Salam celebró el alto el fuego sin indicar si cesarán o no los ataques a los barcos que transitan por el Mar Rojo, advirtiendo al mismo tiempo que la "continua ocupación de Palestina" sigue "representando una amenaza a la seguridad y la estabilidad del región".
La paz se alcanzará - y aquí el lenguaje adquiere tonos apocalípticos - cuando "los enemigos sionistas" que representan "una entidad peligrosa para todos, implantada por la fuerza por una fuerza estadounidense occidental, sean eliminados".
En quince meses de guerra, Hamás parece cada vez más exhausto, pero no completamente derrotado, al menos en su retórica incendiaria. Hay quienes predicen que después de la guerra el movimiento ahora liderado por Muhammad Sinwar podría evolucionar, comprometerse o incluso quedar marginado.
Pero tampoco se puede descartar que pueda surgir un Hamás 2.0 más radicalizado. Una incógnita que podría afectar también a Hezbolá, en la actualidad enormemente debilitado por la guerra paralela que libra Israel en el norte, pero que pronto podría renacer de las cenizas.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA