Miles de migrantes y refugiados venezolanos sin papeles han seguido llegando a las fronteras de Estados Unidos en los últimos meses, en una oleada que contradice la versión oficial de Nicolás Maduro sobre la situación de su país.
De acuerdo a los más recientes datos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza del gobierno de Estados Unidos, en diciembre pasado fueron capturados otros 19.652 venezolanos que trataban de entrar sin autorización por algún lugar de la frontera sur desde México.
En noviembre fueron registradas otras 16.008 capturas, cifra similar a las 16.678 detenciones de octubre, para un total en el trimestre de 52.378 episodios.
Después de los mexicanos, los venezolanos son la segunda nacionalidad con más detenciones de este tipo.
En total, 16 de cada 100 detenciones de personas de unas 50 nacionalidades son de venezolanos, según los datos. En el promedio del trimestre esa relación ha sido de 13 por ciento. Según el informe de la Patrulla Fronteriza en los últimos meses ha disminuido en 60% el número de total detenciones de migrantes de todas las nacionalidades, gracias a políticas migratorias más estrictas, con una política de permisos, llamados "paroles" que se tramitan mediante una aplicación electrónica.
En diciembre, gracias a esta aplicación llamada CBP One fueron procesados en puntos de entrada 44.000 individuos que tenían cita. Este sistema ha procesado a 936.500 personas desde que fue introducido en enero de 2023, para que los candidatos entren en los puestos fronterizos, en vez de arriesgar sus vidas a campo traviesa en manos de contrabandistas de personas.
Los nacionales que lideran estas citas formales son de Venezuela, Cuba, México y Nicaragua, con 531.690 permisos en diciembre.
Fueron procesados y autorizados para viajar 120.760 venezolanos y otros 117.330 llegaron ese mes con permisos previos.
Estados Unidos y España son hoy en los destinos más apetecidos por la nueva ola de migrantes venezolanos que siguen saliendo, para sumarse a los casi ocho millones de expatriados (uno de cada cuatro venezolanos vive en el extranjero, según datos de la ONU y la OIM) tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio, según datos recopilados fuera del país.
Esto contrasta con el discurso del chavismo, según el cual la economía está boyante, los venezolanos están felices y hay millones regresando a disfrutar del paraíso socialista, "el país más seguro de todo el continente americano", en palabras de Maduro.
"Quiero enviar un mensaje a todos nuestros hermanos migrantes: todos sabemos que la culpa de la migración en Venezuela la tuvieron las sanciones contra la economía", dijo Maduro el miércoles en su mensaje anual a la nación.
Y sostuvo que en los años duros de 2018 y 2019 salieron "un millón y a nivel global salieron unos 2,5 millones, de los cuales ya casi 1,2 millones han regresado "y están bien, emprendiendo, trabajando".
"En la misma medida que se consolide la recuperación, Venezuela estará preparada para recibir a todos nuestros compatriotas que tuvieron que irse por razones de la guerra económica y las sanciones", apuntó.
Según estudios de especialistas y encuestas hechas en las rutas de migrantes, la crisis económica y política, la violencia criminal y la falta de acceso a servicios de salud son los principales motores de la diáspora venezolana desde hace una década.
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